QUESO CAMEMBERT
Surgió de forma anecdótica en el siglo XVIII, cuando un monje refugiándose de Napoleón, fue a parar a una pequeña granja en Camembert. Este monje agradecido por el refugio concedido, le desveló a la joven granjera (Marie Harel) la receta secreta de un queso que preparaba en su monasterio.
Fue así como se comenzó a fabricar este queso, obtenido a partir de leche de vaca que se caracteriza por ser una pasta blanda, suave, graso, de textura untuosa, cubierto por Pellicinium camemberti.
¿Ya lo has probado?
DALÍ
Este genio nacido en Figueres (1904 – 1989), desarrolló su arte entre las grandes ciudades de Madrid, París y Nueva York entre otras. Un artista imaginativo y rompedor, que sabía sacar de cada momento, inspiración para su obra. Dedicó su vida a la escultura, escritura, escenografía, pero donde realmente brilló fue en la pintura.
¿Os estáis preguntando a qué se debe esta asociación?
Según el artista: “Cocinar y pintar son artes afines. Cuando cocino, añado un poco de esto y un poco de aquello. Es como si mezclase los colores”. Y una afirmación de este hecho, es la idea de donde surgieron sus famosos Relojes blandos. Una noche tras acabar de cenar, Dalí buscaba la inspiración para su nueva obra. Quería algo sorprendente y transgresor, de repente se encontró con los restos del Camembert sobrante de su cena y fue entonces cuando comprendió que su nueva obra Los Relojes Blandos sería la fusión del reloj de pared y el Camembert en una sola imagen. De hecho, en una ocasión el artista afirmó:
“Podéis estar seguros de que los famosos Relojes Blandos no son otra cosa que el queso Camembert del espacio y el tiempo, que es tierno, extravagante, solitario y paranoico-crítico”.