Esta es una de las preguntas que seguro que todos os habréis hecho alguna vez, y seguro que tras el reciente descubrimiento de la presencia de ADN equino en diversos productos alimenticios, ha sido tema de conversación en muchos casos.
Vamos a hacer un repaso sobre algunos alimentos que contienen ingredientes inesperados e inimaginables, espero que este hecho no os haga dejar de consumirlos…
Cochinilla: muchos yogures, zumos, dulces, helados, carnes, etc. obtienen su coloración rosada a partir de las hembras de este tipo de escarabajo, que se cría, seca y muele para crear una pasta roja que colorea a los alimentos.
Aceite de pescado: productos enriquecidos con omega-3 como la margarina, aceite de oliva o el pan, suelen contener pescado en lugar de fuentes vegetales. ¡Ojo los vegetarianos!
Colágeno: es un elemento obtenido de partes de animales (tendones, piel de cerdo, cuero de vaca y huesos molidos). Lo podemos encontrar, por ejemplo, en la gelatina.
Lanolina: es una cera natural usada para ablandar la goma de mascar (chicle). Es secretada por las glándulas sebáceas de animales portadores de lana.
L-cisteína: es un aminoácido no esencial usado como potenciador de sabor y acondicionador de masa para productos de panadería como pizzas, galletas y pan, entre otros. Se obtiene de pelo humano y plumas de pato. (Actualmente, los fabricantes de L-cisteína dicen haber dejado de extraerla del cabello.)
Quimosina: es una enzima producida por los bovinos en el abomaso (cuarta cámara del estómago). Se aplica para la fabricación de algunos quesos, para separar la caseína del suero.
Castoreum: es una secreción amarga, fuertemente olorosa, producida por las glándulas anales de los castores para marcar su territorio; ésta le da sabor a frambuesa y vainilla a determinados alimentos. Se suele indicar en el etiquetado como “saborizante natural”.
Algalia: es un elemento untuoso producido por las glándulas perianales de la civeta. Es un ingrediente común en postres lácteos congelados, alimentos horneados, dulces y gelatinas.
Huesos de animales: Se emplean en diversas formas; algunos ejemplos son sushi (contiene en su preparación la ralladura del esqueleto del atún) y azúcar (en su proceso de elaboración de emplea huesos carbonizados (carbón animal) en los filtros).
Esta es una pequeña lista entre la gran cantidad de sustancias que son empleadas en los productos alimenticios que consumimos cada día. ¿No os sorprende que todos estos ingredientes no se declaren en el etiquetado o que su indicación sea ambigua? Realmente, ¡no sabemos lo que comemos!